El Matrimonio Como Sacramento Divino

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    EL MATRIMONIO COMO SACRAMENTO DIVINO
 
                                                                         Por Julio César Ballinas Becerra
 
 
 
 
 

SOLO EL MATRIMONIO COMO  SACRAMENTO DIVINO ES GARANTE DEL AMOR VERDADERO QUE LA PAREJA REQUIERE PARA SU FELICIDAD
 
 
“En las obras creadas por el Señor, el hombre solamente
puede ofrecer piratería, porque los criterios del hombre
no son los criterios de Dios”


 
 
El verdadero amor de pareja se bendice y se consagra con el Matrimonio; el otro, el ”Falso Amor”, es el inventado por el hombre, a través de un contrato civil avalado por el Estado, de una unión libre o concubinato, de una relación irregular o amasiato o una relación clandestina como es la de los “amantes”, el cual únicamente ilusionará tu corazón con sus falsas promesas, porque al marcharse o decirte adiós te dejará una profunda herida muy difícil de sanar, porque todo amor aventurero no nace del  corazón de un ser humano sino que es maquinación de la mente malvada o enferma de un humanoide y debes tratarlo como cualquier basura de la calle depositándolo en un cesto que ahí es su lugar.. Recuerda que para amar a tu pareja, primero tienes que amarte a ti mismo; un villano o un ladrón de amores no le podrá dar a su pareja algo que no tiene, pues todo amante o todo aquel que venda o piense que con su dinero puede comprar el amor se convierte en un “desecho o mendigo del amor”, porque al final tiene que conformarse con recibir migajas o vivir en soledad.
 
 
 
“Si no amas a tu pareja para qué juegas con ella o le finges matrimonio, recuerda que sólo puedes desatar en tu contra la furia del Señor”
 
 
 
Busca ese tesoro en tu corazón, seguro que ahí está; no olvides que Dios depositó el amor en cada uno de los hombres como el ala con el cual un día podremos volar hacia él.
 
Si bien es cierto que amar no es nada fácil para muchos, ya que si lo fuera, no habría tantas tristezas, tantas lágrimas derramadas, tantas madres solteras, tantos padres separados o divorciados; también lo es que si siempre tienes el corazón abierto, sin secretos y antes de mentir piensas en Dios, amar a tu pareja te será tan fácil como respirar.

 
 
                        
“El matrimonio no es un castigo sino una misión confiada por el Señor”

 
El amor es el motor de todo cuando hay en la faz de la Tierra; ni el don de la fe, ni otro alguno dan la vida si falta el amor, pues por más que un cadáver se le vista de oro y piedras preciosas, cadáver sigue, tal es el primer efecto del amor. Que ningún matrimonio se acabe por falta de amor.
 
No olvides que todos los seres humanos estamos hechos para vivir acompañados y por muchos malos momentos que hayamos tenido, lo más hermoso es volver a empezar con nuestra pareja y saber que entre nosotros y ella no habrá más adioses, porque con seguridad hemos encontrado en dicho ser amado a la persona justa para nosotros.
 

 
 
                         
“Para probar la dulzura de la vida, hay que probar primero la amargura”

 
Propón a tu pareja, tratar de ser siempre fieles, claros, honestos, transparentes el uno con el otro; alejarse de toda tentación que nuble su felicidad; defender su matrimonio por sobre todas las cosas; procurarse detalles que mantenga vivo y ardiente el fuego de su amor; estar siempre juntos en las buenas y en las malas, pues hay que celebrar los triunfos de la pareja como encarar los desafíos que representa sus dolencias, enfermedades o fracasos ; tratarse con ternura y diálogo de esposos, con la comprensión  y paciencia de amigos y con la coquetería y pasión de unos amantes; procurar estar más tiempo juntos y con el corazón en la mano; que en las cosas de pareja predomine siempre el corazón sobre la ambición de la razón, porque hay cosas del corazón que la razón no entiende; estar siempre alegres y contentos; que no se entablen discusiones acaloradas, ni tomar decisiones definitivas en esos momentos que pueda lamentar la pareja más adelante, recuerden si alguien es el fuego, la prudencia del otro debe ser el agua; establecer de común acuerdo el domicilio conyugal, pues el casado casa quiere, ya que debe ser casa únicamente para dos, el vivir con los padres o en casa de los padres se corre el riesgo de la intromisión y destrucción del matrimonio;  no complicar su relación con problemas económicos, ya que no es cierto que el amor sale por la ventana cuando la pobreza entra por la puerta; no traer en casa los problemas laborales y ponderar que la pareja estará siempre por encima de cualquier ambición laboral o de negocios, pues que caso tiene perder el bien mayor que es el amor de la pareja por el bien menor que puede ser toda tentación de poder o de fortuna, recuerda que el exceso de ambición puede llevarte a la destrucción; no trates de imitar a otros, ni hagas a tu pareja lo que no quieras para ti, las tentaciones de placer te acecharán toda la vida, ruégale a Dios te aleje de todas ellas, pues no puede dejar pasar la oportunidad que Dios te brinda para ser feliz.


 
“Recuerda que no hay matrimonio perfecto, sino perfectible, porque su camino solo se hace al andar”
 

El matrimonio es tan vulnerable que puede destruirse cada día, pero es el único que puede reconstruirse a diario con sobredosis de amor y de ternura.
 
 
“Ama a diario a tu pareja y así tu matrimonio lo mantendrás siempre vivo”

 
 
El mañana no le está asegurado  a nadie, hoy puede ser la última vez que veas a tu pareja con la cual estas enojado o separado; por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para correr hacia ella para pedirle perdón o perdonarla, abrazarla y llenarla de ternura, pues no podrás  pretextar que estuviste muy ocupado para concederte y conceder a tu pareja una oportunidad de cambio, una oportunidad más para ser felices.
 
Ten presente que solamente la persona que lucha por no dejar escapar el amor de su vida logrará ser una persona feliz, porque solamente ella sabrá prestar atención a los pequeños detalles, sabrá vivir con buen humor y darle ternura a su pareja y sobre todo le será fácil perdonar o pedir perdón, así como superar sus defectos y errores.
   
                           
                            
¡Hazlo por ti y por la felicidad de tu matrimonio, que Dios estará contigo, ya que Dios perdona a quienes corrigen sus defectos!
 
 
Mantén a tu pareja cerca de ti, dile al oído lo mucho que lo necesitas, ámala, cuídala, protégela, mímala, ayúdala, defiéndela, admírala y da gracias al Señor el haberla encontrado, pues nunca debes olvidar tomar el tiempo necesario para decirle: lo siento, perdóname, por favor, gracias, eres única, estás bellísima, qué generosa eres y que atenta eres conmigo y todas las palabras de amor y de ternura que conoces.
 
 
                             
“Nadie te recordará por sus pensamientos o sentimientos secretos, pídele al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuéstrale a tu pareja cuanto te importa y lo amas”

 
 
Cumple fielmente con tus obligaciones de pareja que más tarde también responderás con las obligaciones de un padre de familia.  El Señor apoya tu flaqueza, pues Dios estará contigo todos los días de tu matrimonio y bendecirá tu hogar y si hace falta el milagro de la Boda de Caná, ten por seguro que se repetirá.
 
 
 
“No olvides que una relación sin amor es como un celular sin saldo, solo sirve para jugar”
 
 
 
El mayor pecado de la pareja es traicionar el amor, por tanto no dejes que pase la vida y te sorprenda ocupado con otros planes lejanos del amor.
 

 
 
                                
 
“El hombre que se aleja del amor y vive esclavizado en el odio o en su ambición no cumple con el fin de su naturaleza: Ser feliz; además qué caso tiene perder el amor por ser el más rico del panteón, si ahí ni negocios se pueden hacer.”
 

 
 



 
 
              RECETA PARA UN MATRIMONIO FELIZ
 
 
AUTORIA:  Julio César Ballinas Becerra



 

 
                         RESTAURANTE: “EL CHEF DEL CORAZON”


 

 
EL CORAZON TAMBIEN NECESITA ALIMENTARSE DE AMOR Y DE TERNURA Y SU CHEF ES EL UNICO CAPAZ DE REALIZAR LA MAGIA CULINARIA CON LA CUAL PODRA CONQUISTAR PARA SIEMPRE A SU PAREJA.


 
 
 
             “ RECETA PARA UN MATRIMONIO FELIZ”
 


INGREDIENTES:

 
4 Tazas de amor

2 Tazas de ternura y comprensión

2 Tazas de fidelidad y detalles

2 Tazas de admiración y respeto

3 Tazas de perdón y olvido

2 Tazas de agradecimiento a Dios

5 Cucharadas de esperanza
4 Partes de fe y

1 Barril de buen humor, risas y alegrías
 

 


INSTRUCCIONES:
 

 
1º. Tomando el amor y la fidelidad mezclarlo al fondo con la fe
                             y el agradecimiento a Dios.
 
2º.  Agregar ternura, comprensión, perdón y olvido.
 
3º.  Aderezar con amistad y esperanza.
 
4º.  Condimentar abundantemente con buen humor, risas y alegrías
 
5º.  Hornear con rayos de Sol o a fuego moderado del amor.
 
6º.  Servir con la seguridad y elegancia de esposa, con la generosidad
                            de amiga y la coquetería de una amante.

 
 


RECOMENDACIONES:


 
 
Cuida la salud de tu corazón y tu amor durará toda la vida.


 
GRACIAS POR LA RECETA
Atte.
 
EL CORAZON

 
 
 




CONTRAINDICACIONES:


 
 
Si con esta receta siente que su “Corazón” aún no “obra bien”, dígale por favor que no tape el baño.
 
 Atte.
 
La Gerencia
                              
 
¡oiga!...  también tenemos:
 
Caldo de pollo para el corazón, Postres….
 
 Consulte la Carta completa en: “EL MATRIMONIO COMO SACRAMENTO DIVINO”    o   Julio César Ballinas Becerra
 


 

 
 
 
II.-  NECESIDAD DE EDUCAR EL AMOR
 

 
 
                                          
 
 
El Padre José María Iraburu, en su libro: “El Matrimonio en Cristo”, nos dice que el  amor es la vocación más alta de la persona, pero es preciso aplicarlo a lo cotidiano con arte y paciencia, por lo que surge la necesidad de educar el amor.
 
Los enamorados, sobre todo si son muy jóvenes, no captan del todo a veces, esta necesidad, ya que piensan que al sentir con fuerza la inclinación de los sentidos y del afecto el amor ya está hecho.    Eso explica los grandes fracasos y daños causados por el amor inmaduro, pues el amor entre hombre y mujer nunca es algo ya hecho, sino que debe ser elaborado y reelaborado día a día.
 
En el matrimonio actual hace falta mucha ternura y por tanto el hombre y la mujer requieren de dicha educación, ya que la ternura del amor conyugal, la cual no es posible sin abnegación, humildad y castidad, se sabe no abandonarse a la espontaneidad egoista de los estado de ánimo, siempre cambiantes y fluye constantemente renovada de una voluntad siempre dispuesta a dar y amar, siempre alerta, para poner el placer al servicio del amor, siempre pronta salir de sí para servir el de la persona amada.
 
La mujer casada espera hallar en su esposo esta ternura a lo largo de los días, la espera también en las relaciones sexuales, que puede ser para ella tan brutales e insensibles, y muy especialmente en los delicados períodos del embrazo, del parto, de la crianza de los niños.  Un esposo bueno, pero frío y distante, encerrado en el mundo de su trabajo, sujeto a su cuadro de eficacias, pero ignorante de la gratuidad de la ternura, puede ser para ella una cruz no pequeña.
 
Y a la inversa, el hombre necesita de la ternura de su esposa ,y la necesita normalmente mucho más de lo que lo manifiesta, pues hay en esto cierto pudor masculino, como un temor a mostrarse débil.  Por esto, quizá, no son pocas las mujeres que, ignorando esto al parecer, prodigan su ternura conyugal a cuenta gotas, como si se tratara de una ocurrencia superflua, innecesaria entre adultos; o la reservan astutamente para cuando quieren obtener algún deseo personal o la prodigan exclusivamente con los niños, como si los mayores no necesitaran de ella.
 
El amor ha de ser una obra plenamente humana, digna del hombre y de su Creador, digna del esposo y la esposa. Para ello, la persona, más que en cualquier otra ocasión, ha de empeñar la lucidez de su mente y la elección libre de su voluntad, ha de integrar el poderoso dinamismo de la sensualidad y de los afectos y ha de reanimar así día a día e el prodigio siempre nuevo de la donación personal recíproca.
 
Más aún, han de llegar a descubrir en el amor,  en esa vinculación mutua y misteriosa que se produce entre el hombre y la mujer, la participación secreta del Creador inasible, que siendo él mismo puro amor, es también la fuente originaria de todo amor.

 
 
 
 
III. CONFESION DE UNA MUJER SOBRE LAS CUALIDADES QUE DEBE TENER EL HOMBRE DE SUS SUEÑOS.
 
 
En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer lo siguiente: ¿Qué tipo de hombre estas buscando?. Ella se quedó un momento callada antes de verlo a los ojos y le dijo: ¿En verdad quieres saber?. El respondió: Sí.
 
-Yo estoy buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito alguien con quien compartir mi fe en Dios.  Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.
 
-Yo estoy buscando a alguien el cual yo pueda respetar. Para poder ser sumisa , yo debo respetarlo. Yo no puedo ser sumisa con un hombre que no pueda arreglar el mismo sus problemas.  Yo no tengo ningún problema con el ser sumisa, simplemente él tiene que merecerlo.   Dios hizo a la mujer para ayudar al hombre.   Yo no puedo ayudar a un hombre que no se puede ayudar a si mismo.
 
Cuando terminó lo vio a los ojos y el se veía muy confundido y con interrogantes.
El le dijo: Estas pidiendo mucho.
Ella le contestó: Yo valgo mucho.

 
 
 
 
 
 
 EL MATRIMONIO Y SU ORACION 

  


Señor:

En tu nombre hemos unido nuestros
corazones a través del sacramento del Matrimonio.
 
Te damos gracias por presidir y bendecir
nuestro amor.
 
Ayúdanos a cumplir cabalmente esta sagrada
misión que nos haz confiado.
 
Ayúdanos a mantener vivo cada día
nuestro amor.
 
Defiende, conserva y aumenta nuestra
ilusión y comparte nuestras alegrías. 
 
Aleja de nuestro camino toda tentación u
obstáculo que nuble nuestra felicidad.
 
Apártanos del egoísmo, de la monotonía
o falta de comunicación que paralice nuestro amor.
 
Líbranos de la ligereza que pone en peligro
la gracia de nuestras almas.
 
Haz que merezcamos la maravilla
de encontrarte el uno en el otro.
 
Danos fuerza para poder enfrentarnos juntos
todas las penas y desalientos.
 
Conserva la salud de nuestros cuerpos y
la pureza de nuestros corazones.
 
Ayúdanos a resolver nuestras necesidades y
que nunca nos falte el pan de cada día.
 
Haz que el sacramento del Matrimonio sea el único vehículo
de la gracia del amor y la llave secreta de un paraíso anticipado.
 
Por la institución divina del Matrimonio te damos
gracias Señor.  Bendito seas por siempre.
 
AMEN.

 
                             
 
                              
 
 
                               
 
                              
 
                                
    
                              
 
 
 
 
                              
 
 
                               
 
                              
 
                                
    
                              
 
 
 
 
 
 
© 2024 El Matrimonio Como Sacramento Divino

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